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Mi Hermana Gemela (Parte 2)

En mi caso, y sin saber por qué, dejé de quererme cuando tuve una hermana gemela,que nació con 15 años de diferencia. Os aseguro que es posible. La llamé Anorexia y sólo yo la podía controlar. Además ella me comprendía, reconfortaba, no me abandonaba y me hacía más fuerte.

No puedo controlar al mundo, más a mi gemela sí.

¿Es posible vivir así…? SI. O al menos eso era lo que yo pensaba. Mirando hacia atrás creo que no he vivido, he SOBREVIVIDO. Me he dejado llevar por la corriente, algunas veces era suave caudal y otras horrible tsunami.

Cuando te das, te entregas a tu familia, trabajo, amigos y cuidas como un perro a su rebaño, sacrificando tu vida, todo va bien. Acabas agotada, derrumbada, pero feliz.

He salvado al mundo. Todos felices, soy la mejor.

¿Qué es lo malo de todo esto? Que te lo crees. Que piensas que todo está bien, que todo marcha perfecto, que nada malo puede suceder. Para eso estoy yo aquí, nada me derrumbará, tranquilos, yo lo soluciono.

Para defender tu muro hay que tener la guardia levantada, más a ese muro le pueden llegar piedras, abrir brechas, picar agujeros o simplemente derrumbarlo.

Comienza a descascarillarse, ladrillo a ladrillo, aparece un socavón, una grieta en los cimientos y cuando estás más débil, echan tu puerta abajo y llegan a lo más profundo de ti, a tu corazón, a tu alma y se rompe. 

El corazón late por inercia. Sigues respirando, así que habrá que seguir adelante.

Lo bueno es que mi gemela disfuncional siempre está a mi lado, ella nunca se va.

Me ayuda, me hace estar cerca, con los pies en el suelo, aunque en el fondo ella también te está secando, té está absorbiendo, se lleva cada gota de sudor, de lágrima o de sangre. Está empoderada, lleva muchos años escuchando que es la que me maneja, que es parte de mí, que la mantengo por capricho o decisión.

¿Podemos decidir cómo ser? Para mi asombro, sí. Se puede renacer, aunque ya tengas canas, aunque pienses que no hay futuro. Estás tan abajo que no ves la luz fuera del pozo.

De repente, como un jarro de agua fría, alguien te explica qué tú no tienes la culpa de nada.

¿Alguien elegiría tener diabetes? ¿Alguien elegiría tener cáncer?

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2 Comentarios

  1. Coral dice:

    Me ha encantado! Tadas tenemos una hermana gemela y también desaparecemos hasta que por suerte vemos que hay luz. Muy bien narrado.

    1. Más que gemelas,solemos ser siamesas.Pero es algo con lo que hay qué vivir,y se puede.Gracias y te invito a qué me sigas en Facebook Adela María Montaño Candelario ,salud Mental en positivo

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